Relato de Navidad en La Gran Vía
Publisher: Penguin Random House
Digital ISBN: 9789587584912
Una novela de Ricardo Silva. Cuando me di cuenta de que ese no era mi carro, era, como dicen,demasiado tarde. Cuando prendí el carro equivocado, y salí del garajedel centro comercial como si no pasara nada, no me imaginaba quellegaría a un edificio desconocido, a un apartamento desconocido, a unmundo desconocido.En el parqueadero del centro comercial Hacienda Santa Bárbara, PabloUribe toma por equivocación el carro de la familia Silva Romero,idéntico al suyo, que el chofer había sacado sin permiso. Después dedejarlo en casa de sus dueños ingresa al apartamento vacío -los Silvaestán de vacaciones- donde teje de manera digital, en el computador queallí encuentra, el texto de la novela que después Ricardo Silva, cuandollega, glosa y completa con notas a pie de página, para darnos cuenta,con humor e ironía, de su antigua y juvenil visión del mundo, desde unasoledad irredimible.Reseñas:«Publicado por Alfaguara, Relato de Navidad en La Gran Vía es un libroque recomiendo de antemano. Divertido a morir, se burla de los bestsellers, las palabras pendientes, los círculos sociales, los políticos,las niñitas de colegios elegantísimos, los intelectuales jartísimos, lasmemorias de los revolcones y demás perendengues. En fin, con una modernanarrativa de extraño tono autobiográfico, se trata de una obra chéverepara compartir y regalar».Roberto Posada, periodista (en El Tiempo)«Cada giro está tan bien concebido como en un filme de Hitchcock».Gatopardo«Una mirada burlona a la soledad, la fama, la literatura, la políticacolombiana, los mitos culturales y sociales colombianos y otroselementos que son mostrados con humor negro, acidez y ternura por unescritor que estudió cine».Revista Cable«Afortunadamente nace para Colombia un escritor. Ricardo Silva Romero,con su obra Relato de Navidad en La Gran Vía. Tono parejo, que no decae,como un solo de violín. Arco templado. Narrativa original. Directo y sinconcesiones. Crítica acerba llena de humor cáustico».Aura Lucía Mera, columnista